martes, 11 de septiembre de 2007

Google sabe demasiado

Parecemos haber llegado al consenso de que cada vez estamos más “pillados” por todos lados. Hace ya tiempo, antes de Internet, el Gran Hermano era Hacienda. El estado era (y es) poseedor de los recursos. En el imaginario de décadas pasadas aparecen ordenadores como camiones, una miríada de rollos de cinta magnética, habitaciones llenas de monitores de fósforo verde y naranja y resquebrajados sonidos de impresoras. Recuerdo que en la época en que nos sacábamos nuestros primeros DNI, un chaval explicó por qué te pasabas varias semanas con el resguardo hasta que llegaba tu flamante carné: tus datos tienen que ser introducidos en los dos ordenadores de España. Toma ya, no es que en España hubiera entonces solo dos ordenadores, sino el título oficial de los ingenios informáticos donde constábamos todos los españoles (con DNI, al menos), una institución más. Ahora, muchos de nosotros vamos ofreciendo nuestros datos por la red, como es el caso de las farragosas plataformas de búsqueda de empleo.

Resulta que, según un artículo publicado hoy en elpais.com, Google “sabe demasiado” de nosotros y se guardan diversos datos sobre nuestras búsquedas y actividades en la red. Una cosa es obvia, Google es un gigante. La primera vez que vi Google me gustó su simplicidad y en seguida lo planté como página de inicio. Como Yahoo y algunos otros parecían estar inflando la "burbuja cibernética", me daba a mí como que el Google era lo más cool. Recientemente he comenzado a usar hasta el Google calendar, y eso que siempre he sido reticente a tener información en servidores, prefiriendo tenerlo todo (o lo máximo posible) en mi propio ordenador (por ejemplo el correo electrónico mediante el correspondiente programa de gestión del mismo en lugar del correo web). Total, que estoy metido hasta las cejas en el mainstream, ¡con lo que me atrae a mí la calidad selecta de la minoría!

Teniendo en cuenta que las leyes de protección de datos no son iguales en EEUU que en España / UE, cómo sabes que nadie se entretiene en California curioseando tus citas. Hay una respuesta inmediata: quien te crees para pensar que tus citas le puedan interesar a alguien. Claro que si eres famoso la cosa cambia. ¿Y los delincuentes? ¿Y los terroristas? No creo que planeen sus actividades con Google calendar, ¿o sí? Eso sería la repera. Oops, el g-mail chat ataca. Hasta otro día.

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Google/sabe/demasiado/elpeputec/20070911elpepisoc_2/Tes

No hay comentarios:

Contribuyentes