lunes, 20 de agosto de 2007

Bremazal

Burbúreos burdeles

berbejean en el barbazo,

y los burriles barrotes

berbequean con briznas de brúas.

Reverberan la rebroza

en lindos berbequíes

cuando brulean en el bruzón

los brudos relibroes.

Bizarros berrocales

berborrean la berberata

con bramines burdos

que brucean bracamente.

Es un brazo de mi brizna

lo que brindica mi brozar,

y brijotes de bruma

bromean con su brecar.

Blusters bronadores

bralendaron este briema.


sábado, 18 de agosto de 2007

Crítica literaria, críticos y edición crítica

Incluyo un comentario introducido por mí en
http://www.normalizado.com/2007/06/19/critica-literaria-i/

La crítica literaria como ámbito de conocimiento y actividad profesional es para mí perfectamente defendible, lo cierto es que cuando el crítico obtiene una posición importante como tal dentro del establishment literario debe demostrar su integridad, conocimiento e independencia, bien pudiéndose dejar llevar por simpatías y antipatías, intereses económicos creados y otras presiones propias o externas.

Por otra parte, la edición crítica siempre debería ser el mejor medio de lectura, sin embargo, éstas aparecen sobre textos que la crítica ya ha sancionado como relevantes en determinado ámbito literario y que además están más o menos libres en cuanto a derechos de autor. Además, cuando leemos novelas más o menos recientes disponemos del mero texto por cuestión de tiempo y porque el interés del lector (y del mercado) suele estar en el escapismo y el entretenimiento más que en el análisis filológico, lo cual es del todo natural.

jueves, 16 de agosto de 2007

Ya entretejo ignotas melodías,
cálida sangre del tejido primero
que arrulla el frío salón de cristales
del ontosentir bajo la leve ausencia.
Acompañan racimos de pulsiones,
apenas domeñados por los ocres
guardianes de la torre sagrada
cuyas lanzas señalan en silencio
los más suaves deseos.
Pegaso, maculado de sangre
graceja frente a mi ventanal
con delgados mensajes de éter.
Ya mi alma sonríe secreta
al cómplice bello de mi destino,
que con dulce guiño amansa
los truenos vivaces del centro
de mi carne que tiembla sensible.

Tierras

Planeta de lunas-espejo,
agua rápida petrificada en el instante lento
de cuarzo, granito y fango.
Me clavo en ti suave y me ahogas de vida.
Duelo en ti yo cuando nacen peces de mi boca
y mi corazón muere transmutado en rosa.
Ay, cuerpo de espinas hacia dentro.
Báñame tierra, ungido con el estertor de tus poros,
píntame en un cristal oscuro y guárdame con tus tesoros,
donde se oye la luz primera

cuando se escucha el viaje antiguo.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Buscaba el poeta la palabra recóndita
y se ahogaba en el vino trágico,
tan lleno de sí mismo, que regalando
poemas llamaba al mundo callado.
La negación agradece que fuera su
lacayo fiel, al servicio del dios Dolor,
maldito invitado al festín del Olimpo
que roba las llaves de la torre de marfil,
espuma de mar que se hace ocre
con el paso del tiempo.

Afirmaba el no, el poeta muerto de vida,
entre la mañana de objetos desconocidos
por la locura cegadora, y los transeúntes,
distraídos por el nuevo día, se apresuraban
a rebuscar entre las calles su propia razón,
aquella que el poeta no quería necesitar.

Y la locura se tornó llanto de muerte propia,
llegando a llanto de madre, cuando ya la tarde,
sucia y despiadada, golpeaba la ribera
del río amarillento cargado de miedo.

Una y lineal

Rancios pero sugerentes, carga de recuerdos tan vagos que apenas son sensaciones, los hechos pasados de la vida relampaguean, marcando impresiones que se desvanecen en segundos. Un periódico antiguo, una década, una adolescencia venida a juventud, una juventud que espera una madurez que habrá de mirar atrás para hacer la catarsis validadora.

Hacer historia del presente, inusual conciencia de la mirada al pasado futuro. ¿Acaso no sería mejor experienciar la vida picoteando a placer de entre todos los momentos? Extrema y gozosa variedad. Ahora viajar con tu amor de madurez, ahora juegos infantiles, ahora conocer para luego descubrir. De este modo rellenaríamos poco a poco las zonas temporales de nuestra vida hasta completar el entramado de la existencia individual, y así, al carecer de linealidad temporal no nos preguntaríamos por el significado de nuestra vida y menos aún intentaríamos justificar nuestros actos.

La linealidad de la vida es en extremo tediosa por dos razones, por línea y por única. Quizá sean las personas con desdoblamiento de personalidad las más listas, aunque los psiquiatras traten desesperadamente de eliminar uno de los yo del enfermo para recuperarlo a la sana unicidad. ¡Tracemos lineas virtuales que despeguen de su matriz y busquen la perfección de la parábola, la sinuosidad de la contracurva, la despreocupación del arabesco! También se me ocurre deshacer la línea en multitud de ellas, los fanáticos del significado bien podrían devanarse los sesos en busca de la fórmula que procure el resultado del sumatorio de las fuerzas que todas esas líneas ejerzan. ¿Cual es la tónica del acorde de nuestras vidas?

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